Elementos

Vivimos en una especie de amnesia colectiva, parecemos haber olvidado para qué fueron creadas las cosas y que formas han ido tomando a lo largo de la historia para expresar diferentes sensaciones.

Valga el ejemplo de las puertas para hacer entender esta reflexión en pocas palabras. Hemos escogido el texto de L.M.Santa María al respecto, pues nos parece muy sugerente, invitándonos a reflexionar sobre el sentido que toma una puerta en función de su configuración, su posición, su escala, su composición, su funcionamiento, su movimiento, su espacio funcional, su sistema de accionamiento, su peso, su solidez, su grado de estanqueidad, su aislamiento acústico, su seguridad, su material, su color...

Es cierto que en una edificación convencional, habitualmente se utilizan elementos prefabricados y estándares, y aunque hay muchos productos de indudable calidad y perfectamente utilizables incluso refiriéndonos a una obra artística, lo cierto es que debe ser elegido desde la reflexión y el estudio, sin miedo a su modificación o incluso a crear elementos "ad hoc" en caso de ser necesario.
“Las puertas de las casas, las puertas interiores, no solo sirven para limitar una habitación en relación a otra, sino también para presentarlas, para recoger a la habitación enmarcada. Debido a la puerta, entrar en la habitación tendría ese efecto, ofrecería ese milagro que leímos alguna vez en alguna narración, de ingresar en un cuadro, de pasar a pertenecer a algo delicadamente enmarcado”
Luis Martínez Santa María (n.1960)